Se tiende a pensar que la industrialización y la modernización de los procesos de producción solo tienen un beneficio directo para las empresas. Pero aparte de los efectos positivos sobre la rentabilidad económica, la robótica ayuda a prevenir enfermedades laborales, ya que elimina parte de las causas.

La Organización Mundial de la Salud establece -entre otros- como riesgos de enfermedad laboral relacionada con trastornos muscoloesqueléticos:
• La manipulación manual de cargas
• Las tareas para las que se requiere mucha fuerza
• Trabajar adoptando posturas forzadas
• Movimientos repetitivos

Este es el caso, por ejemplo, de los trabajadores que hacen selección de productos en líneas de producción. No es difícil imaginar que tarde o temprano terminen sufriendo algún tipo de patología derivada de su actividad laboral. Y si pensamos en aquellos que tienen que movilizar cargas de forma repetida, las posibilidades de lesión se multiplican.
A pesar de que el peso máximo de carga manual permitido por el Real Decreto 487/1997, de 14 de abril es de 25 kg, esta cifra multiplicada por X repeticiones diarias por 250 días laborales, hace que el límite de peso no sea suficiente para preservar la salud del trabajador.

Para tener una referencia, el COVID-19 ha causado hasta ahora 800.000 muertes, las mismas que ocurren cada año por lesiones laborales (según la OMS) que se podrían evitar. A esto se suma otros 11.000.000 de decesos debidos a enfermedades ocupacionales. El gasto de estas muertes y lesiones suponen hasta el 14% del PIB en algunos países, una importante cuantía que podría destinarse a prevención para invertir la balanza.

Los robots industriales como aliados para prevenir lesiones laborales

La parte positiva de los datos la encontramos en que hay formas de revertirlos, tomando ciertas medidas en la actividad laboral. Las investigaciones consideran que estas medidas podrían reducir el absentismo por enfermedad en un 27%. Y es aquí donde entra en juego la maquinaria industrial, como los robots paletizadores o los robots ‘pick and place’ para evitar enfermedades profesionales. Estos últimos, por ejemplo, pueden trabajar con una cadencia de hasta 100 productos por minuto, salvando a las personas de esa tarea repetitiva y lesiva.

Es una inversión de doble sentido: por un lado, incide directamente en la economía de la empresa con el aumento de la productividad y la reducción de las bajas laborales; y por otro lado, salvaguarda la salud del trabajador y su calidad de vida tanto en la empresa como en lo personal.

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