En términos generales, la robótica industrial es una gran aliada para acelerar la producción de cualquier tipo de producto, pero si además nos enfocamos en esta última época, se convierte en un elemento indispensable. La robótica resulta imprescindible para sustentar al sector alimentario en época de coronavirus y permite dar respuesta a la demanda generada de productos de primera necesidad.

La crisis causada por el Covid-19 ha dejado a sectores como el turismo -que alcanzaría pérdidas de 98.753 M €- en una situación límite; ha llegado a acumular hasta 3.380.000 ERTEs en los meses más duros de la pandemia; ha provocado la caída del PIB en España en un 18,5% en el segundo trimestre de 2020; y ha desembocado en una tasa de desempleo del 15,8%. También llama la atención otro sector de la población duramente golpeado, el de los autónomos, donde solo un 4% cobrará cese de actividad por coronavirus.

Pero como en todas las crisis, en esta también hay sectores que han resultado favorecidos por la coyuntura. Es el caso, por ejemplo, de los negocios digitales, las ventas online, o la educación a través de Internet. Y si bien es cierto que el sector alimentario ha sido afectado por la falta de pedidos proveniente de la restauración, por otro lado, ha visto cómo crecía la demanda de consumo de bienes a través de supermercados o pedidos a domicilio. Los datos acerca de este impacto positivo son rotundos: durante la segunda semana de marzo, la venta en supermercados se disparó un 71% llegando a una cifra récord; y la inversión inmobiliaria en retail subió en el primer semestre del año un 75% gracias a estos establecimientos.

¿Cuál es el papel de la robótica para sostener el sector alimentario?

El impulso que está experimentando el sector de la alimentación debido al Covid-19 necesita apoyarse en un sistema de producción firme capaz de responder a la demanda. Y aquí es donde entra en juego la robótica industrial y la automatización del final de la línea de producción. Gracias a los robots industriales se acelera exponencialmente el proceso de paletizado de alimentos y su preparación para el envío a los mercados y grandes superficies. Las células robotizadas permiten a las fábricas servir productos de manera ininterrumpida, además de evitar el contacto entre trabajadores impidiendo el contagio por coronavirus.

Basta con un solo ejemplo para hacerse a la idea de porqué los robots están ayudando a mantener el sistema de abastecimiento: la harina. El consumo de este ingrediente aumentó un 196% en el periodo de cuarentena según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Los productores tuvieron que aumentar su actividad para evitar que las estanterías quedasen vacías, apoyándose en maquinaria industrial como paletizadores de sacos de harina. Hay que tener en cuenta que un robot paletizador de sacos puede llegar a paletizar hasta 8 unidades por minuto, durante las 24 horas del día. Consecuentemente esto aumenta el rendimiento de la producción hasta en un 300% y asegura el abastecimiento.

El futuro post pandemia pasa por la inversión en I+D+I para ser más eficientes, más rápidos y mejores. Por eso la robótica y la automatización industrial tienen una proyección muy optimista para el año 2021 según la Federación Internacional de Robótica.

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