La crisis por la escasez de semiconductores ha puesto en jaque la estabilidad productiva de empresas alrededor de todo el mundo
La crisis provocada por la falta de semiconductores ha llevado al paro temporal en fábricas de coches de todo el mundo. En España, la mayoría de los grandes fabricantes han sufrido parones, como Volkswagen, Toyota, OPEL, Renault o Ford.
¿Cuál es la causa de la escasez de los semiconductores?
La pandemia impuso el teletrabajo y forzó el desarrollo de las relaciones personales a través de dispositivos tecnológicos. En casas donde había un solo ordenador, el confinamiento, amplió los equipos de cómputo a dos o tres. Los números del mercado mundial del PC no mienten, han crecido de forma desorbitada, un 40% en 2020 y un 55% en 2021. Y es que todos estos dispositivos tienen un componente común: los semiconductores.
Además, durante la pandemia las fábricas de semiconductores también tuvieron que para de producir hasta que los gobiernos fueron regulando las medidas de acción en el trabajo.
Por otro lado, la guerra comercial entre EEUU y China ha desencadenado un cruce de aranceles que afecta directamente al gigante asiático, ya que necesitan ciertos productos de EEUU para la fabricación de chips.
¿Qué es un semiconductor y por qué es tan importante para el sector industrial?
Los semiconductores son elementos que permiten o impiden el paso de la electricidad en función de ciertas condiciones como el campo eléctrico o magnético, la presión, la radiación que le incide, o la temperatura del ambiente en el que se encuentre. Y no solo son imprescindibles para ordenadores y teléfonos móviles. También para electrodomésticos, automóviles o robots industriales.
La falta de semiconductores, además de haber paralizado fábricas de coches alrededor de todo el mundo, ha retrasado la entrega de proyectos de robótica industrial. Por eso, muchas empresas han optado por contratar proyectos con robots de segunda mano. Esto se debe a que el stock de robots reacondicionados está asegurado por el momento, y acorta el plazo de entrega de proyectos de siete a solo tres meses. Es la mejor opción, porque la previsión es que el déficit de chips se prolongue durante dos años más.